CONTRA LA ISLAMOFOBIA, POR LA DIVERSIDAD Y POR LA IGUALDAD
El crecimiento en los últimos años de la población extranjera en España ha transformado nuestra sociedad en una de las más diversas de Europa, pero también ha hecho que la brecha social entre la población inmigrante y la población local sea mayor en muchos ámbitos, más aún si la analizamos con perspectiva de género. Actualmente el 13% de la población de nuestro país es extranjera, y al igual que en las cifras de población general del país, aproximadamente el 50% de la población inmigrante son mujeres.
España es principalmente receptora de inmigrantes procedentes de Marruecos y Rumanía, siendo Colombia y Reino Unido los países que, ya con notable diferencia respecto a los primeros, ocupan el tercer y cuarto lugar entre los países emisores. En el área del sur de España, y concretamente en Murcia y Extremadura, lugares en que se desarrollará la producción del cortometraje, concentra una gran cantidad de población magrebí y es notable su influencia cultural en determinados ámbitos concretos, como la arquitectura, la gastronomía e incluso la moda. Sin embargo, y aunque lleva años latente entre determinadas esferas sociales y entre algunas facciones de la sociedad civil, el miedo a la cultura islámica se ha multiplicado en los últimos meses debido a las complejas circunstancias geopolíticas.
LA VÍA DE JARA, pretende abogar por la diversidad y la inclusión social de las personas de otras culturas y concretamente la islámica, por las barreras reales a que se enfrenta la población civil que vive alejada y en constante huida de los movimientos radicales.
Además, las mujeres, junto a los niños, son la parte más vulnerable de la población en general y en el caso de la inmigración más aún. Son el grupo más susceptible de ser captado o secuestrado por mafias y grupos radicales terroristas, y es al mismo tiempo, el grupo de personas que mayor empatía genera entre toda la población cuando se organizan en movimientos sociales.
Hay estudios económicos diversos, de entes tan relevantes como el Banco Mundial o el Fondo Monetario internacional, que demuestran que una mayor participación de la mujer en general en la vida económica de una sociedad es un factor determinante para su desarrollo económico, y particularmente, el papel actual de la mujer en los entornos migrantes es esencial para el crecimiento de esa participación. La educación y los cuidados son, además, de relevante importancia para el desarrollo de la infancia en las sociedades migrantes y, por ello, la importancia de que el entorno social en que se desarrollen sea del mayor bienestar posible.
Bajo estas premisas, LA VÍA DE JARA es un proyecto cinematográfico que pretende poner en valor, concretamente, la importancia de la diversidad cultural y de la solidaridad entre los pueblos en el marco de la justicia y los derechos humanos, y, en general, la capacidad de resiliencia y el liderazgo de las mujeres, su valor motor de crecimiento económico y social y su importancia en el camino hacia una sociedad más inclusiva, igualitaria y diversa.
Crear ficción que entretenga y que emocione al mismo tiempo que motive y genere reflexión es el objetivo principal de la autora como cineasta y el objetivo que promueve contar la historia que se cuenta en el cortometraje.
Además, LA VÍA DE JARA pretende hablar cinematográficamente desde la perspectiva alternativa y poco conocida de la industria de las regiones de Murcia y Extremadura, desde Murcia capital y Mérida concretamente como localizaciones de rodaje, revalorizando el potencial profesional del sector de ambos lugares, al estar desarrollado el proyecto por equipos locales, y también los propios lugares como espacios de cine, dando muestra de su atractivo como espacios de rodaje.
Sin embargo, lo más importante es que LA VÍA DE JARA nace del convencimiento de que se pueden conseguir cosas trabajando desde cualquier ámbito, en cualquier lugar y circunstancia, sabiendo que el cine es una herramienta poderosa para llegar lejos y con la esperanza de generar debates que nos ayuden a evolucionar y a seguir creciendo, en lo particular y en lo colectivo, en lo privado y en lo profesional, hacia una sociedad más inclusiva, diversa y plural.
